En los años 90 y principios de 2000, el delantero holandés Dennis Bergkamp se convirtió en uno de los mejores artilleros de toda Europa, primero en el Ajax, luego en el Inter de Milán y finalmente en el Arsenal, equipo londinense en el que jugó durante diez temporadas, logando grandísimos éxitos y títulos, así como con la selección de su país. Más allá de su talento de cara a portería y su imponente físico, había algo que hacía a Bergkamp especial: no podía jugar muchos de los partidos que su equipo, el Arsenal, disputaba en el continente, fuera de las islas, por culpa de su miedo a volar. El caso del holandés puede parecer sorprendente pero desde luego no es el único, ni mucho menos, que tiene esa fobia tremenda a coger un avión. Si a ti también te ocurre, continúa leyendo.
La aerofobia es el miedo que una persona siente ante la situación de volar o subirse a un avión. Es un miedo atávico y muy natural, ya que hasta hace poco más de un siglo, el ser humano no estaba acostumbrado a levantar los pies del suelo durante mucho tiempo. El miedo a las alturas es uno de los más primarios en nuestra especie, y está incrustado en nuestro ADN, hasta el punto de ser uno de los más habituales entre cualquier persona. Por eso el miedo a volar también es muy común. Hay quien lo supera a base de vuelos, quien sigue volando a pesar de todo, tratando de dormirse cuanto antes para no enterarse de nada, y hay quien se ve sometido a esa fobia y no puede viajar como querría por su culpa. Aquí vamos a dar algunos consejos para tratar de mejorar esa situación.
Elige un buen asiento
Cuando viajas en avión, el asiento es una de las cosas más importantes que debes tener en cuenta. Más bien, la ubicación del asiento, tanto en el propio avión como dentro de la fila que ocupes. Para estar menos agobiado, conviene tener un asiento cercano a una salida de emergencia, ya que cuentan con mayor espacio en las piernas. En pasillo mejor que en ventanilla, para evitar la tentación de mirar por ella y solo ver cielo y un suelo muy lejano y pequeñito… Y por supuesto, también cerca de las alas, ya que suele ser la zona donde hay mayor estabilidad en los vuelos, y el avión sufrirá menos temblores y turbulencias. Con estos consejos tan sencillos, seguro que tu experiencia al volar ya mejorará bastante. Pero hay muchos más, por supuesto.
Entiende cómo funcionará el vuelo
Si es la primera vez que vas a montarte en un avión, asegúrate de conocer el funcionamiento del vuelo. Pregunta a gente que ya haya volado, mira vídeos en YouTube… En definitiva, prepárate para lo que te espera. Saber qué es lo que está sucediendo en cada momento ayudará muchísimo a que nos tranquilicemos, y eso nos aportará más calma para evitar que el miedo se apodere de nosotros. Normalmente, en un vuelo comercial solemos entrar al avión, sentarnos en el asiento, ponernos el cinturón y dejarnos llevar, mientras las azafatas explican las medidas de seguridad necesarias. El momento del despegue es uno de los más complicados, aunque no tanto como el del aterrizaje, seguramente el más crítico para aquellos que tienen miedo a volar. Las turbulencias a mitad de vuelo también son habituales.
Piensa en el lugar de destino
Normalmente, cuando cogemos un avión es para viajar a un sitio lejano, de vacaciones en la mayoría de casos, por puro placer y divertimento. Así que si estamos enfrentándonos a ese miedo es por disfrutar del mundo, por ver más allá de nuestra ciudad y encontrar encantadores lugares que nos llenen y nos fascinen. Una buena idea para tener un vuelo más plácido es pensar en el destino que nos espera cuando nos bajemos de la aeronave, en los sitios que queremos visitar, o incluso en las personas que vamos a ver, si conocemos a gente en esas ciudades. Esto también nos ayudará a mantener la calma y sentir que estamos cada vez más cerca de llegar a nuestro destino, entendiendo además que el avión es un medio de viaje muy seguro, más incluso que el coche, que estamos acostumbrados a coger cada día.
Pon un serie o película para distraerte
Pensar en el destino está muy bien, pero si el vuelo va a ser relativamente largo, eso se nos puede hacer muy aburrido. Horas imaginando lo que vamos a hacer y con los nervios a flor de piel… Es bueno también entretenerse en algo durante el vuelo. Puedes ponerte a escuchar música o algún podcast o programa de radio interesante, que te haga disfrutar mucho más del vuelo, o también funciona con cualquier serie o película que te guste, para estar entretenido y olvidarte de tus miedos. Llevar una Tablet o verlas en el teléfono móvil es algo muy habitual hoy en día, eso sí, siempre manteniendo los terminales en su modo avión, para que no provoquen interferencias con la aeronave.
Recuerda: el avión es el transporte más seguro
Todos los estudio y estadísticas lo avalan: viajar en avión es el método más seguro para ir de un lugar a otro, y en muchos casos, también el más barato y rápido. En ciertas localizaciones solo podremos llegar a través de mar y aire al destino que queremos, y el barco puede tardar muchísimo más que el avión y ser tremendamente más caro. Es cierto que, cuando hay un accidente, la probabilidad de sobrevivir no es muy alta, pero es que los accidentes de avión se dan en muy contadas ocasiones, y son algo impredecible. Hay miles de vuelos cada día en todo el mundo, y la mayoría de ellos se llevan a cabo sin ningún tipo de problema. Es por eso que debes mentalizar para estar tranquilo sobre la seguridad en el vuelo.