Roncar puede llegar a convertirse en un problema serio. No se trata de algo que vaya a poner en riesgo la salud de quien tiene este problema, pero sí empeorará la calidad de vida tanto del que lo sufre como de los que están a su alrededor. Tanto para la persona que lo sufren como para las parejas o incluso para aquellos que duermen cerca, las noches pueden llegar a convertirse en una auténtica pesadilla.
Despertarse durante la noche con los propios ronquidos, estar noches enteras sin dormir porque alguien ronque cerca de nosotros, o incluso llegar a tener problemas respiratorios en los casos más severos.
Por todo ello, en estas circunstancias siempre es mejor acudir a un especialista que pueda indicarnos cuál es la mejor forma para solventar este problema y mejorar nuestra calidad de vida. Vamos a ver en esta entrada las causas de esos ronquidos y algunas soluciones para ayudar a tratar este problema.
¿A qué se deben los ronquidos?
Algunos estudios afirman que casi cuatro de cada diez adultos ronca al dormir. Las causas de estos ruidos tan molestos, tanto para la pareja como para el que emite los ronquidos, son a causa de vibraciones que se producen en las estructuras naso orales. Estas sacudidas se producen cuando existe un bloqueo en las vías respiratorias, ya sea por una mala posición al dormir o por movimientos nerviosos al apretar la mandíbula.
Particularmente, el origen de los ronquidos hay que buscarlos en el velo del paladar y la úvula. Cuando el cuerpo entra en una fase de sueño profundo y todos los músculos del cuerpo están relajados, los tejidos situados en la parte posterior de la garganta se convierten en una especie de caja de resonancia que transforma el aire que pasa a través suyo en los molestos ronquidos.
Hay factores que influyen de una u otra forma para que una persona ronque más o menos. A La forma del cráneo, el cuello y la edad de la persona, hay que unir otras causas como si la persona consume alcohol habitualmente, si es fumador o presenta sobrepeso.
Problemas que pueden ocasionar
Se estima que casi la mitad de los hombres y el 25% de las mujeres roncan habitualmente.
La mayoría de los roncadores no son conscientes de los problemas que se pueden derivar para su salud sufrir este tipo de molestias mientras se duerme.
Los roncadores suelen levantarse agotados, con dolores de cabeza y, durante el resto del día, presentan cansancio, dolores de cabeza y dificultades para concentrarse o para retener información.
También los ronquidos son causa de hipertensión y de problemas cardiovasculares. Para lo más pesimistas, hay investigaciones que avalan que las personas que roncan son más propensas a la hora de desarrollar algún tipo de cáncer.
No dormir boca arriba
La posición en que se duerme influye decisivamente en la emisión de los ronquidos. Boca arriba, tanto la lengua, la barbilla y la piel que hay alrededor se relajan y acaban dificultando las vías respiratorias.
La mejor solución en cuanto a la posición que adopta el cuerpo a la hora de descansar es dormir de costado. Las personas que descansan en esta posición de decúbito supino son más roncadores. Y, aunque es difícil corregir el hábito, puede lograrse.
Para ello, duerme siempre de lado. Si te despiertas en otra posición, vuelve a colocarte de costado, y así una y otra vez hasta que te acostumbres.
Duerme también con la boca cerrada y con la cabeza apoyada ya que lo contrario hará que recaiga más peso sobre la garganta.
Perder peso
Cuando se tiene sobrepeso, el tejido graso que se acumula alrededor del cuelo acaba molestando las vías respiratorias y entorpeciendo la circulación del aire.
Las personas obesas son más propensas a producir ronquidos que las más delgadas. Aunque no sería la solución definitiva, si tienes más peso del que te corresponde, quizás deberías plantearte hacer dieta o practicar ejercicio.
Los beneficios de la práctica del deporte o una rutina de entrenamiento más tranquila como pasear o caminar a paso ligero una media hora al día están muy bien acreditados y son una forma adicional, además de luchar contra los ronquidos, de mantenerse en forma y llevar una vida más saludable.
Soluciones y productos antirronquidos
Para muchas personas que roncan, a veces las soluciones vienen por un cambio en sus hábitos de vida.
Dejar el tabaco, perder peso, evitar las bebidas alcohólicas o medicamentos relajantes en las horas previas al descanso nocturno, son soluciones que ayudan a evitar o reducir significativamente los ronquidos.
Las personas que sufren alergia, el polen o los ácaros del polvo les provoca inflamación en la membrana de las mucosas de la garganta. La sinusitis es la inflamación de los senos paranasales y eso hace que se ronque al pasar el aire a través de los huesos que rodean la nariz. Además, tal y como ya hemos explicado antes, otros pequeños trucos son dormir de lado o con la cabeza elevada.
Tras los ronquidos también pueden existir algún tipo de patología nasal, como la poliposis o las desviaciones del tabique nasal.
Las tiras nasales pueden funcionarles a algunas personas, pero no siempre funcionan o no le funcionan igual a todos los que roncan.
También existen prótesis para la mandíbula. Estamos hablando de una máscara que inyecta aire regularmente y se utiliza para tratar casos de apnea.
Muchas veces, cuando no funcionan ninguno de los remedios anteriores, se recurre a la cirugía consistente en la resección de la campanilla o del tejido del paladar.
A muchos niños que roncan porque sufren apneas causadas por alteraciones anatómicas como son las hipertrofias de las amígdalas. En estos caos se corrige el problema extrayéndolas.
Hay algunos trucos de tipo casero que podrían ayudar a que las personas que roncan lo hagan menos:
Cantar antes de acostarse. El Hospital Devon and Exeter de Inglaterra estima que la falta de tono muscular en la garganta puede ser causa de los ronquidos. Para evitarlo, recomienda que la persona cante algunos minutos antes de acostarse.
A esto se puede añadir hacer ejercicios guturales como pronunciar la palabra “unga” en varios tonos durante un cuarto de hora.
Tocar instrumentos de viento como la flauta ejercita los músculos laríngeos y propicia que, al acostarse, los tejidos no obstruyan la garganta ni hagan que vibren.
Otra técnica es la de mover la lengua para evitar que se vaya hacia atrás durante las etapas del sueño. El ejercicio consiste en sacar la lengua, moverla hacia arriba y hacia abajo, a derecha e izquierda durante un minuto.
O mantener la lengua plana haciendo que baje lo máximo posible de manera que la punta de la lengua debe estar en contacto con los incisivos.
También se puede optar por hacer cenas ligeras. Una comida copiosa hará que el estómago se llene y presione el diafragma.
Otros expertos aconsejan evitar el consumo de lácteos como la leche o el yogur ya que provocan mucosidad.
Como se ha dicho, dormir boca arriba es la posición que más favorece la irrupción de los ronquidos.
Pero para las personas que están acostumbrado a dormir de esa manera resulta muy complicado cambiar su hábito. Al fin de cuentas, cada uno se acomoda en la posición que más le facilita el sueño.
Para acostumbrarse a dormir de lado, algunos aconsejan coserse alguna pelota de tenis al pijama o cualquier otro objeto que, al contactar con la espalda, le impida estar cómodo. Entonces el cuerpo buscará el descanso con una posición de costado.
Los collarines cervicales de espuma blanda reducen los ronquidos ya que mantienen la barbilla extendida y la respiración es más fluida.