Las mujeres de verdad tienen curvas. Esta frase nos ha acompañado desde siempre, en boca de nuestros abuelos y abuelas, e incluso seguramente nosotros también la hayamos dicho en más de una ocasión. Las hembras de verdad, las mujeres que suelen gustar a los hombres, son exuberantes y poseen cuerpos bonitos y con grandes curvas… siempre en los sitios correctos. En las últimas décadas, la delgadez se ha convertido en un canon de belleza casi imprescindible para cualquiera, tanto hombres como mujeres. Ellas, sin embargo, sufren especialmente la presión social para estar delgadas pero a la vez, tener buenas curvas. No es extraño que muchas chicas que, por fortuna no tienen problemas de sobrepeso, terminen acudiendo a la cirugía estética para aumentar sus pechos o su trasero. Las curvas son elegantes y morbosas, y todas las mujeres quieren tenerlas… pero en los lugares correctos. Porque de lo contrario ya no eres una chica exuberante. Eres, directamente, una mujer rellenita.
La presión social a través de medios de comunicación, series, películas y revistas, para estar delgada, ha hecho mella en muchas chicas. Los problemas psicológicos provocados por las burlas, por la indefensión ante los ataques totalmente recriminables, han provocado que muchas chicas caigan en enfermedades peligrosas. La anorexia, la bulimia y otros trastornos alimenticios están, por desgracia, a la orden del día, y en gran parte es culpa de ese canon imposible de belleza para las jóvenes. En los últimos tiempos, por fortuna, las cosas están empezando a cambiar. Ahora las modelos no tienen que ser ultradelgadas, e incluso se permite que haya chicas curvy en las pasarelas y las revistas. Y no nos referimos a chicas con cuerpos “normales”, que no hiperdelgados, sino a mujeres con caderas anchas y curvas muy pronunciadas. Mujeres que han hecho de su cuerpo su verdadero orgullo, y que poseen un morbo muy especial para muchos hombres. Esos que siempre quieren tener donde agarrar, y que se vuelven locos ante unas curvas bamboleantes. Por eso las amantes curvys están más de moda que nunca, y seguramente tú también entiendas por qué todos quieren tener una.
El ideal de belleza actual
Como ya hemos comentado al principio, cada época tiene un ideal de belleza que se corresponde normalmente con el gusto general. Podemos seguir una especie de evolución desde las primeras culturas hasta nuestros días, con cambios evidentes. Por ejemplo, en las últimas décadas el ideal era de delgadez, llegando a un punto casi extremo, ya que se pensaba que era sinónimo de salud alimenticia. Evidentemente, el sobrepeso puede ser un problema de salud, pero la delgadez extrema también. Especialmente en las chicas, esto llegaba a un punto totalmente ridículo, con modelos que apenas llegaban a los 45 kilos desfilando en pasarelas con ropas que las mujeres normales no podían utilizar. Se trataba de un ideal inalcanzable.
Poco a poco, y gracias también al cambio de perspectiva mucho más amplia y saliéndonos de lo normativo, el ideal de belleza está cambiando hacia algo más normal. De hecho, el ideal ya no es tal, sino solo una opción más entre todos los cuerpos bonitos que podemos ver cada día. Si la mayoría de mujeres tienen un cuerpo exuberante y con curvas, ¿por qué no convertir eso en el ideal, en lo normal? Siempre cuidando de la alimentación y la salud, por supuesto, pero sin llegar al punto de obsesionarnos con la comida y con estar delgados o incluso tonificados. Las mujeres curvys son mujeres reales, que tienen pechos y traseros grandes, seguramente imperfectos, con marcas y estrías… Y no pasa absolutamente nada. Porque al final uno entiende que la belleza no está en la perfección, sino en el encanto de que cada cuerpo sea diferente, y en lo que nos atrae de esa figura.
El encanto de las mujeres curvy
Para gustos los colores, y desde luego que cada hombre tiene sus propias preferencias, aquello que le gusta más y menos, y es totalmente respetable. Pero si hacemos una encuesta y damos a elegir, seguramente las mujeres curvy estén entre las favoritas de los varones, en cualquier parte del mundo. Son mujeres sanas, con cuerpos grandes y curvas exuberantes, de las que siempre nos gusta disfrutar. Si bien durante un tiempo parecía que el ideal se llevaba a las chicas delgadas, al final uno entiende que lo que busca es una auténtica hembra de caderas anchas, buen culo y unas tetas grandes y jugosas con las que disfrutar en la intimidad. Y si sobran un par de kilos, tampoco pasa absolutamente nada, porque habrá más dónde agarrar.
Profesionales del sexo
Esta nueva era en cuanto al gusto general hacia las mujeres con curvas se puede corroborar tanto en la pornografía, donde las actrices cada vez son más exuberantes y turgentes, como en el sexo profesional ofrecido en sitios como Valenciaxx. Las trabajadoras sexuales curvys también están teniendo mucho tirón en estos tiempos, incluso aquellas jovencitas que pueden llegar a tener sobrepeso, pero lo llevan de una manera muy natural. Hay hombres a los que, de hecho, les encantan esos kilos de más, como si de un auténtico fetiche se tratase. Las profesionales del sexo ofrecen servicios donde su cuerpo es su herramienta de trabajo, y saben muy bien cómo sacarle partido. Así que es lógico pensar que cuanto más tengan, mejor irán las cosas.
Las curvas sirven para atraer a los hombres, y eso está más que demostrado. Las mujeres delgadas y con curvas pequeñas pasan más desapercibidas. Lo tenemos grabado en nuestro cerebro a fuego desde hace millones de años. Las hembras con caderas generosas y grandes mamas son las perfectas para tener relaciones y traer nueva vida al mundo. Está claro que esa no será nuestra misión en este caso, pero el deseo que nace de lo más profundo de nuestro ser sí que se activa al ver a estas chicas curvy. Son intensas, muy apasionadas y saben aprovechar muy bien sus cualidades, como por ejemplo, las tetas grandes para hacer una cubana. Esto es algo que una chica muy delgada no podría llevar a cabo en la vida, y que solo con una buena prostituta curvy podremos disfrutar.
Mayor diversidad en la cultura
Aunque todavía queda mucho por delante, los cambios en este sentido se están notando cada vez más. Ya no solo por el hecho de que el ideal de belleza se transforme, sino por la negación a que haya un solo ideal de belleza, un solo canon del que no nos podemos salir. Estamos intentando liberarnos de esa programación cultural y social que nos dice qué tipos de mujeres tienen que gustarnos, a la vez que las chicas tratan de despojarse de los tabúes sobre su cuerpo. Estamos viviendo una época de mayor diversidad en los productos culturales, con todo tipo de cuerpos representados en las ficciones actuales, y eso es algo positivo, qué duda cabe. Al final uno simplemente entiende de deseo, de lo que le pone o no le pone, y si las chicas curvys están triunfando tanto por algo será…