El baile es una de las más bellas formas de expresión que tiene el ser humano, y sin embargo, para muchos queda denostado por detrás de la música, como si fuera un simple completamente a ella. Y es obvio que, en la mayoría de casos, el baile siempre acompaña a algún estilo musical porque se basa en movimientos rítmicos que vayan encajados en el tiempo de un tema musical. Sin embargo, a estas alturas podemos considera al baile o la danza como un arte por sí mismo, más allá de la música, aunque se alimente de ella. La belleza del baila comienza por la expresividad de los movimientos del bailarín, por la manera en la que se entrega al ritmo, se deja llevar o es capaz de coordinar tantos movimientos seguidos hasta crear una coreografía completa que sorprende, impacta y enamora a todos aquellos que la pueda disfrutar.
Existen, como sabrás, numerosos estilos de bailes, aunque la mayoría se encuentran dentro de dos grandes categorías: la danza clásica y el baile moderno. Dentro de la primera encontramos el ballet y estilos que existen desde hace siglos para acompañar un estilo musical eminentemente orquestal. En cuanto al baile moderno, es todo aquel que se ha ido desarrollando desde el siglo XX, o incluso finales del siglo XIX. Hay disciplinas, como el baile flamenco, que pueden estar entre medias, pero otras se encajan a la perfección en una de esas dos categorías. Y hoy venimos precisamente a hablar de uno de los bailes modernos más desconocidos pero apasionantes, el swing, un género que engloba diferentes estilos de baile moderno, apegados a la música estadounidense de principios de siglo. El swing puede parecer algo anticuado en estos tiempos, pero siegue siendo uno de los bailes más divertidos de disfrutar, especialmente en pareja.
Qué es el swing
Llamamos Swing al grupo de bailes que acompañan a las piezas musicales de este estilo. El swing nació en Estados Unidos a principios del siglo XX, como mezcla de estilos afroamericanos, como el ragtime, el jazz o el dixieland. Pronto, las grandes comunidades afroamericanas de Chicago, Nueva York y Nueva Orleans comenzaron a improvisar bailes sobre este tipo de piezas musicales, dando lugar a algunos estilos de danza moderna que pronto se oficializaron. Dentro del swing podemos encontrar bailes como el charlestón, el Balboa o el Lindy Hop, seguramente la variante más reconocida y popular, por la que suelen empezar todos aquellos que quieren iniciarse en este mundillo del baile swing. Hoy por hoy, este tipo de danzas se bailan en todo el mundo.
Cuándo y dónde se baila swing
Surgió hace más de un siglo en Estados Unidos, el swing como baile se ha ido expandiendo de la mano de la propia música swing, que luego perdería cierto reconocimiento y popularidad en favor de estilos como el rythm and blues o el soul. Sin embargo, durante las primeras décadas del siglo XX y sobre todo en las grandes ciudades con población afroamericana, el swing era el rey de los bailes, en todas sus modalidades. Actualmente podemos encontrar escuelas de baile moderno que suelen enseñar swing junto a otras danzas actuales, aunque es cierto que no es tan habitual encontrar a un buen profesor de swing que nos lo pueda enseñar todo. Las concentraciones y competiciones de baile swing siguen siendo muy populares en Estados Unidos, algo menos en Europa, ya que el baile, que sí que tuvo mucho éxito hace décadas, parece hoy un poco de capa caída.
Cómo se baila el swing
Seguro que si estás leyendo esto es porque ya te has interesado por el baile swing, e incluso tal vez hayas intentado, a tu manera, practicarlo en alguna ocasión. Habrás comprobado, por tanto, que no es precisamente sencillo, porque son muchos movimientos, y además, al bailar casi siempre en pareja, debe haber una buena compenetración entre ambos para bailar de la manera más eficiente y a la vez divertida. En la pareja, como en muchos otros bailes, un toma el rol de leader y la otra persona hace de follower. Aunque era habitual que el hombre fuera el líder, actualmente ambos sexos pueden intercambiar estos roles. El contacto con nuestra pareja es constante, sobre todo a través de las manos y los brazos, y siempre hemos de estar pendiente de ella, así que el juego de piernas deberá estar dominado, para no tener que estar mirando hacia abajo cada dos por tres.
Consejos para bailar swing
El primer consejo que te daremos para llegar a ser un gran bailarín de swing es que tengas mucha paciencia y te esfuerces de verdad para conseguir tus objetivos. Es un consejo para todo en la vida, realmente. La constancia y el esfuerzo serán lo que nos lleven a lograr aquello que deseamos. El swing es un baile que puede parecer muy complejo al principio, pero si no nos desainamos, seguro que tendremos la oportunidad de aprenderlo en su totalidad. Otro buen consejo es escuchar mucha música swing, para ir haciéndonos a los ritmos de estos temas, que son muy especiales. Cuando tengamos ese ritmo ya metido en el cuerpo, cuando esté marcado a fuego en nuestra cabeza, será mucho más fácil improvisar los pasos de baile cuando nos lancemos a la pista. Buscar una buena pareja, que tenga el mismo compromiso que tú para poder practicar mucho, es también algo indispensable.
Conviene escoger una buena escuela de baile para poder aprender a bailar swing de la manera correcta. Hay gente que piensa que por dar dos cursos intensivos de dos fines de semana ya saben bailar, pero solo han aprendido la parte más básica. En lugar de esos talleres express, nosotros siempre aconsejamos buscar clases continuas, porque la evolución siempre será mucho más progresiva y positiva. El swing es un baile social, y aunque podemos disfrutar mucho bailando en la intimidad con nuestra pareja, lo mejor es acudir a reuniones sociales y de baile para probar nuevos pasos, conocer a otros bailarines y compartir conocimientos y experiencias en torno al swing. Al final este tipo de baile puede unirnos a personas muy afines, así que también funciona como catalizador social.